Sin lugar a dudas, una de las fantasías recurrentes de todo macho solitario es tener como vecina a una Milf maci-zorra que de vez en cuando venga a vaciarte los aljibes del amor. Y si el cornudo de su esposo quiere mirar pues que mire... y si quiere probar pues que pruebe. No todos somos Peter North pero para dos raciones nos llega.
P.D: Qué guarro estoy últimamente. Para compensar voy a escribir un relato intimista (léase cursi y aburrido) con fotos en blanco y negro artísticas de la muerte y de buen gusto.
-Desayuno para dos (o tres).
