Cuando se escribe literatura de género, es difícil evitar caer en todo tipo de clichés, tópicos, repeticiones, etc, y en el género erótico en particular este hecho es todavía más evidente, quizá por la escasa imaginación de la mayoría de los autores, quizá porque cuando se trata de narrar una escena sexual las opciones son (aparentemente) limitadas.
Uno de los momentos críticos en todo relato de fornicio explícito es el clímax masculino, la corrida, la eyaculación, la descarga, el money shot, o como queramos llamarlo. Un momento que, además, suele señalar un punto y aparte en la narración, ya que por lo general marca el final de la susodicha escena sexual. Para describir este momento existen numerosos términos, expresiones y metáforas, aunque en mi opinión el truco está en buscar un término medio entre “se corrió como un verraco y le llenó toda la cara de lefa” y “de su carnoso surtidor manó un perlado arroyo de tibio licor masculino”. Centrándonos en las corridas externas (ya hablaremos otro día de los bollitos de crema), la más popular es la facial y/o bucal, gracias sobre todo al cine porno. Porque, no nos engañemos, para el común de los mortales no suele ser habitual esta práctica, o como dice un elocuente amigo mío “si encuentras a una piba que se deje lefar la boca cásate con ella”. Sea como fuere, es uno de mis desenlaces coitales favoritos, y muchos de los momentos sexuales de mis relatos terminan con una cara salpicada, unos labios embadurnados o una garganta saturada por las viscosas natillas del amor. Más adelante veréis algunos ejemplos.
Escribir sobre este tema me ha hecho recordar mi anterior incursión en el mundo de los blogs guarretes, hará cosa de dos años, cuando además de en mi propio espacio colaboraba con en el tristemente desaparecido Cumshot Village, un blog dedicado al mundo de la corrida y sus receptoras. En la iglesia de esta villa virtual solo se veneraba, como no, a San Peter North, ese hombre cuyas rociadas ya son legendarias por su abundancia, potencia y precisión. Una de las especialidades de Cumshot Village eran las cumpilations, un tipo de videos cuyo nombre habla por sí mismo, y como por aquellos tiempos además de iniciarme en la manipulación fotográfica trasteaba con programas de edición de vídeo, hice varias de ellas que todavía circulan por los tubes con moderado éxito (a juzgar por algunos comentarios hay quien encuentra mis fondos musicales algo molestos, cosa que no entiendo). El caso es que he encontrado varias de mis cumpis, y os las voy a proyectar en sesión triple para que todas esas corridas ajenas os sirvan de inspiración para las propias, y os deleitéis los oídos con mis exquisitos gustos musicales.
La primera está dedicada a las actrices del género Milf, mis favoritas desde que tengo memoria, y comienza con un temazo que seguro que os suena si habéis visto Pulp Fiction.
MILF CUMPILATION.
La siguiente va de tema interracial, negros sobre blancas, para ser más precisos. La BSO está compuesta por varias versiones de Paint in Black (no me devané los sesos, que digamos.)
BLACK COCK CUMPILATION.
A la tercera le puse el título con la humildad que me caracteriza, y la música es especialmente enervante, así que si vais a usarla con fines pecaminosos bajad el volumen (o ponedlo a tope, si tenéis alguna extraña parafilia musical.)
CUMPILATION OF THE YEAR.
Hice otra muy guapa titulada Halloween Cumpilation, con música de Marilyn Manson y efectos de video raros, pero no la he encontrado por ninguna parte (creo que la subí a Megavideo).
Como colofón, os dejo una cumpilation literaria con las mejores corridas de mis relatos:
“Varios minutos después la señorita Graywood sintió como uno de sus captores derramaba su esencia dentro de ella mientras el otro lo hacía dentro de sus pantalones, empapándolos de tal forma que Darla notó la humedad en sus nalgas.”
(EVDP Capítulo 1.)
“Koudou sintió vaciarse sus testículos, grandes y negros como los de un toro, sintió las oleadas de leche espesa y caliente recorrer toda la longitud de su miembro y se retorció de placer mientras la pequeña Ninette respiraba ruidosamente por la nariz, realizando un último y formidable esfuerzo para tragar una, dos, tres, cuatro veces. Cuando la última onza del blanco fluido abandonó el cuerpo del guerrero la joven se liberó incorporándose con rapidez.”
(EVDP Capítulo 2.)
“Klaus se masturbó dentro de su boca, derramando una buena cantidad de caliente nata que la chica escupió al instante haciendo graciosas muecas.”
(Ricitos.)
“El hombre con el reptil tatuado soltó el cuello de su víctima, quien ya se había resignado a morir en aquel sofá, la agarró del hombro y continuó castigando desde atrás su estrecha raja, poco acostumbrada a visitas de aquel calibre, bombeando cada vez más deprisa hasta que la inundó con una abundante corrida.”
(EVDP Capítulo 4)
“No llegó a lamer la punta, pero gran parte de la espectacular corrida que brotó de ella entró en la boca, una segunda descarga impactó en las gafas y el rostro, y una tercera, menos impetuosa, formó un riachuelo viscoso en el canalillo.”
(Fotos de familia.)
“El semen se desbordó, fluyó de la boca de Loup y cayó sobre su pecho, resbalando hasta el abdomen y los muslos, formando pequeños charcos perlados en el suelo.”
(EVDP Capítulo 6.)
“Sin que pudiese hacer nada por contenerse todo su cuerpo se sacudió, agarró el pelo a lo afro como si fuese a caerse por un precipicio y con un largo gruñido gutural se corrió sin sacarla de la boca, sintiendo como la garganta engullía hasta la última gota.”
(EVDP Capítulo 8.)
“Le solté el pelo y le puse una mano en cada hombro, empujándola hacia mí en cada embestida, asegurándome de que se la metía lo más profundamente posible, hasta que no pude más, se la saqué, y bastaron un par de sacudidas de mi mano para que una copiosa corrida brotase con fuerza, llegando casi hasta su cabeza, manchando toda su espalda y goteando en sus nalgas.”
(La portera del 16.)
“Ella recibió el primer disparo de leche espesa y caliente en su lengua, relamiéndose mientras miraba de reojo a su falso marido y ordeñaba a dos manos a su falso amante, que le obsequió con otro viscoso chorro en el rostro y otro más en el pecho.”
(EVDP Capítulo 9.) En fin, espero que con esta entrada hayáis pasado un rato de la leche (ja,ja…).
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| ¡Vuelve pronto, brotha! |
